Desde 1984, a través de mi obra pictórica he explorado la compleja condición humana, inmersa en atmósferas donde la música, la violencia, la espiritualidad, la naturaleza y el misterio constituyen parte de su esencia. He plasmado la soledad, el dolor, el desamparo, la tristeza, la rabia y la introspección que, como hilos invisibles, tejen la vida y moldean al ser humano en su búsqueda por entenderse y trascenderse.




A partir de 2010, tras la creación de Bio-lencia, mi obra se centra en la búsqueda de la armonía, entendida no solo como ideal estético sino como resultado de la convergencia entre la razón y la emoción, orientada hacia la integración del ser humano con la naturaleza, con el fin de alcanzar una percepción más profunda de su propia existencia. En esta nueva etapa, mis obras buscan expresar el equilibrio entre estructura y sensibilidad, lógica y sentimiento, conciencia e intuición, las estructuras precisas y las formas orgánicas estableciendo un diálogo profundo entre la humanidad y la naturaleza.
La razón, nos permite interpretar y ordenar el mundo, estableciendo puentes de comprensión con nuestro entorno. La emoción, en cambio, nos conecta con la esencia vital, permitiéndonos experimentar lo que nos rodea. En la síntesis de ambas fuerzas radica la posibilidad de trascender las divisiones que fragmentan la experiencia humana.
Cerebrar y Celebrar la vida, es un camino posible para comprenderla, conectarnos con ella y reconocernos como parte indivisible del tejido natural, como una expresión más del equilibrio dinámico del universo.