Tercer elemento de Bio-lencia – Víctima y Victimario Descubrí que muchos victimarios lo eran como respuesta a su condición de víctimas porque le mataron a su padre, a su madre, a su hijo, a su hermano, a algún ser querido, porque le robaron los bienes, porque los agredían física y sicológicamente, porque eran degradados a diario, porque fueron abandonados, sometidos y reprimidos, porque los engañaron, los obligaron, los manipularon, porque nunca tuvieron oportunidades, por ignorancia, por pobreza, por ser indeseados, rechazados, estigmatizados, segregados, Víctimas de su familia, del vecindario, el estado, la corrupción, la religión, víctimas de un modelo sociocultural, Víctimas por el simple hecho de haber nacido en este país y si bien esto no justifica sus acciones al menos explica en parte el por qué de su comportamiento. Pero también había victimarios que pasaban a ser víctimas de sus víctimas en ese círculo de la violencia, ¿Qué fue primero? La Víctima o el victimario? Ese girar constante de pasar de victima a victimario, de victimario a víctima es algo que se universaliza en todos los tipos de violencia, porque todos ejercemos la violencia, porque la violencia está arraigada en nuestro diario vivir todos formamos parte de Bio-lencia.
¿Pero también, cabe preguntarse, quiénes eran sus víctimas más allá de una cifra, o de ciertas estadísticas? Eran personas de todas las clases sociales, razas y sexos, personas conocidas y desconocidas, queridas u odiadas, lo que me hizo entender que víctimas podíamos ser todos, y lo que es peor aún que todos éramos, víctimas y victimarios por acción u omisión, porque acaso todos nosotros no hemos sido en mayor o menor medida, víctimas y victimarios de muchas formas de violencia? Acaso no pasamos fácilmente de un estado al otro?¿Acaso no ejercemos también la violencia? ¿Cómo es la vida de aquellos que sobrevivían el horror de las desapariciones forzadas, torturas que no quiero detallar pero que son bien conocidas, historias como salidas de la peor pesadilla, homicidios selectivos, detenciones arbitrarias y masacres de carácter generalizado y sistemático? ¿Personas y poblaciones enteras sometidas al ejercicio del terror o la intimidación permanente? Cómo puede un ser humano causar ese daño y cómo puede un ser humano seguir viviendo con esto en su conciencia? ¿Cómo es la vida de los miles de niños reclutados y sometidos a la guerra? ¿Niños víctimas obligados a matar y torturar, obligados a convertirse en victimarios? ¿Niñas sometidas a violaciones y prostitución? ¿Cómo es la vida de los miles de lesionados físicos y sicológicos por solo mencionar unos pocos?.
“A mí de las guerras no me preocupa el número de muertos, lo que me preocupa es la enorme cantidad de vivos que quedan para contarla” pone en boca de uno de sus personajes Alejo Carpentier en su novela La Consagración de la Primavera